Una de mis cosas favoritas de la cerámica es que, en la cerámica, como en la vida, no siempre sale todo a la primera, a veces logras tener éxito en el primer intento, otras veces toca ensayar, fracasar, reformular y empezar de cero una vez más hasta lograrlo, todo depende de qué tan terco seas, qué tan fácil o difícil te rindas y, en mi concepto, qué tan seguro estás de llegar a esa meta que te propusiste en un inicio.
Te quiero contar un poco de mi experiencia con los esmaltes, hice un taller online y ¡quedé flechada! La idea de poder hacer un color único, que me identificara como ceramista, me emocionó. Me soñaba un rosa jaspeado que solo estaba en mi imaginación, la meta era conseguirlo y así @zeramico tendría colores distintivos que hicieran sus piezas aún más únicas y especiales.
Así emprendí este proceso, el primer desafío que encontré fue la compra de materiales, en la región donde vivo no se consiguen, entonces empecé a cotizar y a llamar a todos los proveedores, el reto fue tener que comprar bultos de 25kilos de cada material porque no vendían pequeñas cantidades, con mucho esfuerzo compré todos los insumos, incluyendo sus costosos envíos a Barranquilla.
Cuando llegaron fue muy chistoso ver todo mi apartamento lleno de sacos de materias primas por doquier y ¡me puse manos a la obra!
Las primeras formulas me las dieron en el taller, muy juiciosa estudié los conceptos, preparé todos los elementos y empecé a hacer pruebas biaxiales, triaxiales y cuadriaxiales, muy emocionada esperé la primera quema y el resultado fue fallido, después de analizarlas con la ceramista que dictó el taller llegamos a la conclusión que mi horno no estaba llegando a la temperatura esperada y que la formula usada era de alta temperatura (1.180/ 1.200 grados) y mi horno no estaba subiendo hasta allá.
No me rendí y empecé a variar la fórmula con todo lo que leía en diferentes libros como “La paleta del ceramista”, “Guía de esmaltes cerámicos”, etc. Una y otra vez cuando abría el horno mi emoción se volvía decepción al ver que no lograba obtener una base que funcionara a mi temperatura (1.100 – 1.150).
Participé en una charla de un ceramista muy teso que dio otras fórmulas y tips, que juiciosa anoté, estudié, probé y no funcionaron.
Ensayé también fórmulas que enviaban amigas ceramistas, que con su generosidad compartían su conocimiento y tampoco me funcionaban como lo esperaba, pero sabía que me acercaba.
Muchas veces lloré por el esfuerzo, por la inversión en materiales, herramientas, envíos, pero me reté a mí misma. Pensaba “¿voy a dejar esto a medias, desperdiciando todo el esfuerzo porque me di por vencida? Hay que seguir intentando, esto no me puede quedar grande”
Entre más ensayaba y leía, más entendía de este universo, cada vez que salía algo que no era como lo esperaba, entendía en la formulación que tenía que mejorar, de esta manera logré una base que por lo menos ya fundía, aunque craquelaba horrible.
Buscando seguir entendiendo el mundo cerámico hice otro taller con una ceramista Argentina que admiro un montón y en este punto entendí que no solo las formulas son importantes, sino que las fichas técnicas de cada material son claves, puesto que hay variaciones en su composición que pueden alterar una formula, fue aquí en este punto que di con mi base soñada y con todo lo que aprendí en el proceso de mis 110 intentos fallidos empecé a mezclar pigmentos, óxidos, obteniendo resultados hermosos, más que en mis sueños.
Obtuve mi tan anhelado rosa jaspeado y junto a él una paleta que hacen las piezas de Zeramico únicas, aunque el proceso no termina ahí, sigo intentando nuevas formas, haciendo experimentos y pruebas que me han hecho encontrar colores maravillosos, así como también desaciertos, pero ya no me desanimo, solo entiendo que, en la cerámica, como en la vida, cuando persistes, obtienes resultados maravillosos. Hay que disfrutar el proceso porque te deja experiencias que te enriquecen, fortalecen y te catapultan a lograr cosas que ni te imaginabas, te hacen crecer tanto como personal como profesionalmente.
Mi recomendación:
Arriésgate, aventúrate, ensaya, lo que le funciona a otro puede que no te funcione a ti, o viceversa, así que busca tu propio resultando probando y probando hasta que estés satisfech@, esto puede ser que encuentres lo que estabas buscando o que te des cuenta de que no es para ti, todo es válido siempre y cuando te goces el proceso, te aporte y te haga feliz.
Mis 5 Tips para hacer tus propios esmaltes
Estudia los componentes de los esmaltes y antes de querer replicar una formula entiende la función de cada material y en el país o región que te encuentres, pídele a tu proveedor de materiales cerámicos las fichas técnicas y analiza su composición para que puedas entender mejor los resultados y posibles errores en la muestra.
Entiende bien hasta qué temperatura llega tu horno, haz pruebas de conos pirométricos antes de ensayar, para que puedas apuntarle a una fórmula que se ajuste a lo que necesitas.
No te desgastes haciendo muestras biaxiales, triaxiales, etc. El primer paso siempre debe ser conseguir una base blanca o trasparente, cuando la tengas como te la sueñas, ahí si experimenta con óxidos, pigmentos, pruebas de saturación, etc. Por último, cuando tengas el color ideal ensaya los jaspeados con Rutilo, ilmenita, manganeso.
Si tienes algún ceramista cerca ojalá puedas aliarte en la compra de los materiales para adquirirlos en cantidades más pequeñas, no te lances como una loc@ como lo hice yo, porque si no te gusta, o si te aburres, harás un gasto innecesario y perderás mucho dinero.
¡Anota todo! Yo planeaba antes las fórmulas y las anotaba en un Excel, luego cuando obtenía el resultado las analizaba y sobre eso modificaba, si logras una que te guste, al anotar puedes replicarla sin ningún problema, recuerda siempre marcar los tiles, ponles números para identificar que fórmula usaste en esa prueba y no te olvides del recipiente donde mezclaste todo, márcalo siempre en la base y no en la tapa (esta se puede confundir con otra), si tuviste un resultado que te gusto ensáyalo en una pieza real, así puedes ver mejor los efectos, defectos, tonos, etc. Además de saber si la fórmula está lista para replicar en grandes cantidades, o si debes hacer algún otro ajuste.
Bonus track
Te dejo una base de baja temperatura alcalina para que tengas por dónde empezar, esta fórmula es para 1.100 grados:
Frita Alcalina 60%
Cuarzo 30%
Caolín 10%
Primero revisa que la base te quede ok, luego empieza a jugar con pigmentos y óxidos con mezclas Biaxiales, Triaxiales etc.
Cuéntame tus resultados y etiquétame en @zeramico
Me encanta como Zami siempre ha demostrado ser perseverante y eso lo noté desde el primer momento en que pude conocerla y desde ese instante la admiro infinitamente! es una excelente MAESTRA y de eso no me cabe ninguna duda! Gracias Zami por siempre alentarnos a los que apenas estamos explorando este maravilloso mundo.
Me encanta esta crónica a la perseverancia ¡y me alegra saber que al fin, después de tanto ensayo y error, llegaste a tu tan anhelado rosa jaspeado! Este hermoso oficio requiere de dosis infinitas de paciencia y terquedad. Gracias por compartir tu experiencis… ¡un abrazo fuerte!
caya
Eres una gran inspiración. No solo para los ceramistas, sino para todas aquellas personas que tienen sueños y que en ocasiones pueden rendirse sin saber que en intento 101 puede alcanzar el logro tan anhelado. Felicidades.
Pasión y determinación puras! Qué buena guía y aliento generosos para quienes van en la ruta del ceramista.
Un escrito desde la experiencia pero sobre todo desde el corazón!