Durante mi maestría de cerámica en la Universidad Bath Spa, Inglaterra, realicé un proyecto basado en la reflexión de piezas del Holburne Museum. En ese momento, mi investigación estaba enfocada en la decoración de superficies cerámicas así que decidí elegir un plato italiano en técnica mayólica del año 1495, llamado Diana and Actaeon.
Uno de los aspectos que más llamó mi atención, fue la narrativa visual que utilizaron para contar la historia de Diana y Actaeon de Ovidio en el libro “La metamorfosis”. En el que la diosa Diana es sorprendida bañándose desnuda junto a sus ninfas durante un descanso de una cacería, lo que desataría su ira contra el cazador Actaeon transformándolo en ciervo para así ser cazado por sus propios sabuesos.
El centro de la pieza está dividida en dos secciones: a la derecha el principio de la historia, y a la izquierda, el final de la historia, siendo narrada en el sentido contrario de cómo se hace en occidente.
Las ilustraciones que enmarcan el relato también hacen referencia a imágenes alegóricas de la época y la historia, utilizando un estilo de dibujo simple pero detallado y una paleta de color contrastada que ayudan al ojo a recorrer la pieza completa.
Enfocándonos en la técnica, el estilo Mayólica o Maiolica, se refiere a piezas ornamentadas con pigmentos sobre un esmalte de estaño provenientes de España, Portugal e Italia. Estilos similares se desarrollaron en los Países Bajos e Inglaterra, se denominaron Delft, teniendo el color azul cobalto sobre blanco como su distintivo.
El esmalte de estaño se ha utilizado en la cerámica desde el siglo sexto antes de Cristo por los babilonios y fue redescubierto y usado en el sur de Europa muchos siglos después.
El esmalte base es creado por una mezcla de óxido de plomo y óxido de estaño, formando un blanco muy cubriente que era usualmente utilizado sobre piezas en bizcocho de arcillas rojas como la terracota. Esta misma base blanca se utilizaba con óxidos para pintar patrones, ornamentos y narrativas en las piezas.
Para tener una mejor comprensión de esta técnica decidí realizar mis propias pruebas y recrear una paleta de color similar con los recursos que tenía a la mano en los estudios de la universidad. Todas las pruebas fueron quemadas a una temperatura de 1140 grados centígrados.
La base que utilicé fue:
Silicato de plomo ___________ 53
Feldespato potásico ______________ 31
Carbonato de calcio ______________________ 6
Caolín ___________________ 7
Sílice _________________________ 4
Óxido de Zinc ___________________ 5
Óxido de Estaño ____________________ 5
Teniendo mi base lista e hidratada con agua, procedí creando los diferentes esmaltes para la paleta de color. Todas las muestras tenían 28 gramos de base blanca, 5 gramos de rutilo oscuro y X% de gramos de óxidos o pigmentos Mason*.
Al hacer pruebas de aplicación de la base blanca y los pigmentos mezclados, decidí agregar 3% de CMC (carboximetilcelulosa) a la base para facilitar su aplicación con pincel.
1.Óxido de cobalto _______________ 1g
2.Óxido de cobre negro____________1g
3.Carbonato de cobre ______________ 1g
4.Pigmento Mason Amarillo _________5g
5.Pigmento Mason Naranja _________ 5g
6.Pigmento Mason Verde Bosque ____5g
7.Pigmento Mason Sepia ___________ 5g
8.Pigmento Mason Verde Bosque ____ 5g (3% CMC en la base y el pigmento)
9.Pigmento Mason Naranja __________ 5g (base blanca con 3% de CMC)
*Pigmentos Mason Color, distribuidor mundial estadounidense.
Pueden observar el proceso de gramaje y mezcla de los esmaltes en el siguiente link:
Al tener los esmaltes mezclados e hidratados seguía el verdadero reto: lograr que estos pudieran ser usados para pintar e ilustrar las piezas. Decidí que no quería que fueran unas pruebas de color sencillas si no que debía hacer algún tipo de ilustración para ver cómo funcionaba la característica de aguada de la técnica y una línea bien definida.
Así que tomé el fragmento de la pieza del Holburne Museum para realizar estas pruebas, donde la diosa Diana está con una de sus ninfas salpicando agua sobre Actaeon, y ver cómo se verían los detalles después de la quema. Simplifiqué los dibujos para que fueran más de mi estilo y una composición pensada para el tamaño y formato que elegí para las pruebas.
Detalles de las pruebas de esmalte y de color antes de la quema.
Detalles de las pruebas al salir del horno.
Se puede apreciar en la segunda imagen que ambas pruebas con óxido de cobre generan un color muy similar y ambas vuelven la ilustración un poco borrosa perdiendo el detalle.
Por otro lado, las pruebas de verde bosque fueron alteradas y se tornaron rosas por la interacción entre el estaño del esmalte base y el porcentaje de cromo que trae el pigmento. Este resultado es un recordatorio de la importancia de pedirle a nuestros proveedores la ficha técnica de nuestros pigmentos para anticipar estos resultados.
Aunque es una reacción química muy interesante que quisiera recrear a futuro en otros esmaltes, para este experimento no cumple con las expectativas, así que se descarta. Analizando los resultados obtenidos, decidí elegir los colores blanco y azul cobalto para las piezas que realizaría más adelante. Esta decisión fue tomada para representar el país en el que me encontraba haciendo la investigación y el lugar donde reside ahora el plato (Inglaterra).
Esta decisión me hizo cuestionarme si debía agregar algo que también me representara y el lugar del cual vengo. De este cuestionamiento resolví hacer una serie de platos donde narra la historia de Diana y Actaeon en inglés y español, junto con una serie de ilustraciones que las acompañara.
Para buscar la uniformidad en los platos opté por hacerlos en tarraja, así que emprendí mi camino para hacer mi molde y poder crear mis platos únicos. Cómo deben contener el texto, cree un diseño con un fondo más bajo para ilustrar y con un borde ancho para escribir con facilidad.
Tallé el molde en un torno para yeso basándose en un dibujo de la silueta que dibujé en un cartón. El paso a seguir fue crear la silueta que actuaría como contra molde, creando el reverso del plato y el pie. Ya teniendo esto listo, emprendí el aprendizaje del uso de la terraja y la creación de los platos.
Detalle del proceso de tallado en el torno horizontal de yeso y plato creado en la terraja con el molde tallado en torno horizontal.
Paralelamente al trabajo de construcción del plato, estuve trabajando en la historia y cómo sería narrada. Elegí 8 frases que resumen la historia y la traduje, comencé a hacer bocetos que acompañarían estos textos y a planear cómo irían en las 8 piezas.
Intenté varias opciones: pintando el texto, tallé sobre la pieza y coloqué esmaltes que resaltaran las frases, probé tallar y rellenar con una arcilla de otro color y en últimas escogí la técnica de incisiones en el barro e incrustación de diferentes arcillas para resaltar el texto.
Marqué los platos con dos circunferencias en los bordes como guías o renglones: la exterior iría en inglés y la interior en español. Para poder escribir las frases tranquilamente lo hice con un color acuarelable magenta que se desvanecería en la quema y así no corría el riesgo de tener que borrar las frases ya escritas.
Experimento de técnicas para la narración escrita.
Platos en modo cuero tallados con las frases correspondientes.
Luego de esto, aun estando en modo cuero los platos, los rellené con barbotina pigmentada de azul y tallé la superficie para que se viera el inlay o incrustación. Este contraste haría juego con la ilustración acuarelada en el centro una vez terminada la pieza.
Pasada la quema de bizcocho, hice un recorte en un cartón para esmaltar con el esmalte de estaño únicamente en el centro para evitar que cubriera las frases talladas, esmaltado el borde de transparente más adelante.
Ambos esmaltes se aplicaron con la técnica de aspersión o pistola en diferentes momentos.
Piezas en bizcocho con esmalte de estaño únicamente en el centro.
Habiendo determinado la narrativa escrita, era hora de enfocarnos en la ilustración y qué iba a representar. Hice mis bocetos siguiendo el estilo del plato del que partí, pero ya estaba transformado en un proyecto mucho más personal y separado del referente original.
A la hora de realizar las ilustraciones, utilicé unas acuarelas tradicionales de color amarillo y naranja para realizar el boceto. Estas acuarelas se evaporan a baja temperatura y no dejan rastro, lo cual es muy útil para este tipo de proyectos pues podemos tener un boceto con una técnica con pincel, de colores fuertes o que contrasten y serán cubiertos por el diseño que hagamos y desaparecerán después de la quema.
Proceso de ilustración con ayuda de acuarelas y bocetos.
Una vez estuvieron todos los bocetos sobre las piezas, empecé el proceso de pintar las aguadas con la mezcla de óxido de cobalto y esmalte de estaño, dejando listas las piezas para su última visita al horno.
Piezas esmaltadas listas para el horno
Una vez salidas del horno, me encontré con un proyecto culminado muy lindo, lleno de referencias a las investigaciones que llevaba a cabo desde hace un tiempo sobre la decoración de superficies, los lugares que habitábamos la pieza y yo, los dos idiomas que se debatían en mi mente día y noche en ese momento y una historia de la que aprendí mucho.
Tuve la fortuna de exponer este proyecto en el museo en el cual se encontraba la pieza original, atrayendo a muchos lectores a conocer la historia completa y a disfrutar de las ilustraciones con una interpretación personal de la obra.
Exposición en el Holburne Museum “Diana and Actaeon: Retold”
Tip / Recomendación:
Hay muchas formas de ver una pieza: puedes ver sus colores, diseño, historia o técnica. Ponte un reto personal y ve al museo más cercano y elige la pieza que más te llama la atención (no siempre tiene que ser de cerámica).
Te recomiendo hacer dibujos, diseccionar la pieza, cuestiónate qué te gusta de ella, indaga sobre qué hace que esté en ese lugar o que representó cuando se realizó. Todo este proceso regístralo con fotos y muchos apuntes.
Dale un giro 360 y te prometo que aprenderás mucho sobre ella y sobre tu práctica.
Referencias:
Collections.holburne.org. (2017). The Collection | The Holburne | Art Museum | Bath | C1. [online] http://collections.holburne.org/object-c1 .
Millward, K. (2017). Surface decoration. New York: Bloomsbury Academic.
Sentance, B. (2004). Ceramics. New York, N.Y.: Thames & Hudson, pp.114, 115, 116, 117, 118, 119.
Ostermann, M. (1999) The new maiolica. A & C Black Publishers Ltd.